El nacimiento de Pobra do Caramiñal como municipio unificado en 1822 no fue fácil, por eso tardó décadas en materializarse: La Villa del Caramiñal y la Pobra del Deán, parroquias centrales del municipio, tenían cada una de ellas una identidad muy marcada lo que provocó no pocos conflictos a lo largo de los siglos. Estas circunstancias supusieron un cierto rechazo a la unificación en un único municipio por miedo a perder sus costumbres, sus tradiciones y su rivalidad con el vecino.
A lo largo del siglo XIX, después de la unificación de las dos parroquias principales del pueblo en el municipio de Pobra do Caramiñal, en la villa de los antiguos Marqueses de Camarasa, se hace fuerte el gremio de los marineros Pincheiros llamados así por utilizar artes de pesca de palangres con muchos anzuelos para pescar una a una las merluzas, que conservan un sabor y textura especial gracias al uso de esta arte del anzuelo. Este gremio crea un movimiento laboral muy importante en el Caramiñal que pronto se convierte en promotor de actividades religiosas y culturales en la villa dirigidas desde la recién fundada Cofradía del Carmen de los Pincheiros en 1847.
En un primer momento esta Cofradía tuvo su sede en la Iglesia del Caramiñal. Pero la importancia de este gremio marinero pronto les llevó a construir un local propio para sus reuniones y actividades gremiales y culturales: La Casa del Carmen edificada en 1895. Este local se encontraba a un paso de la rampa del Pantalán, lugar que baja al mar en el que este gremio amarraba su flota de lanchas pincheiras o racús. Llegó a ser tan numerosa la flota de lanchas pincheiras que pronto tuvieron que utilizar la playa del Arenal próxima al Pantalán.
Este colectivo se instaló en la antigua Villa del Caramiñal y pronto construyeron sus fábricas y sus residencias en el paseo del arenal. Estos industriales pronto se convirtieron en clase pudiente y se hicieron cargo de la Cofradía de los Pincheiros, llevándola a su esplendor y potenciando, sin duda, la tradición de los Gigantes y Cabezudos que hundía sus raíces en la Villa desde siglos anteriores.
En el momento en que un visitante se adentra en el entorno del atrio del Caramiñal siente la presencia de la historia más reciente de Pobra por medio de este gremio y se introduce en las galerías del tiempo en la vida social y laboral de la Pobra del XIX, que en muchos aspectos pervive hasta hoy; la visita nos envuelve en la magia de la tradición de las costumbres marineras de Pobra y de su relación con el mar y la espiritualidad del marinero; nos hace vibrar con el paso de un marquesado poderoso de la Edad Media y el Renacimiento a la realidad moderna de un pueblo trabajador y de una revolución industrial dominada por la burguesía naciente; en una palabra nos hace percibir los cambios sociales y el resurgimientos de nuevas realidades ancladas en la tradición y renovadas en la participación de los ciudadanos que perviven hasta hoy. El encanto de este atrio de la Iglesia del Caramiñal es el olor marino, el sabor a mar que circula por sus rincones y cuyo apellido es el de Pincheiro.
nombramiento entregado en una visita que el monarca hizo a Pobra en su yate. El intercambio de palabras (o palabros) entre un párroco desde el púlpito y un intelectual bohemio desde la puerta de la Iglesia es un buen ejemplo del “Esperpento” literario. Este ambiente es el ambiente de Don Ramón que aparece en su obra, estos lugares, el bucolismo de la montaña, el misterio de sus construcciones históricas (cruceiros, fuentes, iglesarios) y prehistóricas (mámoas, petroglifos, piedras), lo ancestral y espiritual de sus tradiciones. Don Ramón es ante todo poeta, esteta impresionista, simbolista, pensador en imágenes interiorizadas de un paisaje en el que palpita la psicología de los pueblos como una intrahistoria colectiva. Desde su “lámpara maravillosa” convierte toda la realidad en impresiones simbólicas ancladas en este paisaje y en este paisanaje que él reinventó en sus escritos, muchos de ellos compuestos en Pobra, y si no, inspirados.
Recorrido virtual, Conocimiento y Formación audiovisual
Su objetivo es que el viajero se adentre en el conocimiento de cada ruta que promovemos. Esta en concreto, explora la Historia de la Villa del Caramiñal y de los Pincheiros; con vistas aéreas de la Iglesia del Caramiñal, del paseo del Arenal, del entorno de la Iglesia, del Ayuntamiento, de las posesiones de los Catalanes, de la rampa del Pantalán; y de las instituciones del Antiguo Régimen como la Casa da Cadea, la Torre de Bermúdez… Parte de dicho material está a disposición en el Aula Virtual, que está en las dependencias de Pincheiro AT, un lugar pensado para ofrecerte un sitio de estudio donde puedas conocer con mayor detalle este lugar encantado.
Recorrido presencial y experiencia en compañía de un guía turístico a tu lado
Se trata de gustar los elementos que ofrece el sitio y poder localizar los personajes y acontecimientos de la historia vinculados a este lugar.
Itinerario. Esta ruta comienza en el atrio de la Iglesia del Caramiñal para admirar la fábrica de dicho edificio: El templo tiene un hermoso ábside renacentista con unas bellísimas gárgolas. Alberga en su interior uno de los mejores retablos barrocos de la diócesis de Santiago. En su puerta de entrada una imagen pétrea de San Antonio nos recuerda la fuerte influencia del Convento de San Antonio del Xobre, y la fachada principal hace presente el señorío de Xunqueiras y Camarasa y el patronazgo de la Virgen de la Antigua, advocación vinculada a las grandes gestas de Castilla frente a los musulmanes en el sur de España (en el momento en que se está construyendo el ábside de la Iglesia del Caramiñal, en Sevilla se traslada el muro con la milagrosa imagen de la Virgen de la Antigua a la Catedral, imagen muy presente en la reconquista en la que participó activamente Don Esteban de Xunqueiras). Es interesante ver en el interior el retablo principal, y el altar de los Pincheiros, de estilo neoclásico preciosista.
En el propio atrio se encuentra la Casa del Carmen, sede de los Pincheiros, el cruceiro que servía de marca del paso de la parroquia del Caramiñal a la del Deán hasta 1822.
Abandonamos el atrio en dirección al mar para ver la rampa del Pantalán y la vista del Arenal que nos muestran algunas de las construcciones del “Barrio de los Catalanes”. No es raro encontrar en determinada época del año a los mariscadores recogiendo almeja babosa típica de este lugar y muy preciada. A la vuelta de este paseo podemos contemplar la “Casa da Cadea” (antigua cárcel de la Villa), el cruceiro del Pichón típicamente barroco por lo majestuoso de su esbelto y enorme fuste y por el dramatismo y pliegues de la imagen (es uno de los más hermosos del municipio). Finalmente el edificio del Ayuntamiento de Pobra, obra del insigne mecenas D. Manuel Fernández Varela.